CRITICA DE ROMA DE ALFONSO CUARÓN
Por Miguel García López
El título de esta película “Roma” es el nombre de un barrio colonial de la ciudad de México, donde transcurrió la infancia de su director Alfonso Cuarón. La película tiene como protagonista principal a una mujer de raza indígena y de clase social baja (Cleo), que trabaja de criada para unos patrones de clase media en una vivienda situada en el barrio de Roma, en el año 1971. Un motivo de la película es posiblemente la fascinación por ese personaje que lleva a este Director a evocar de forma retrospectiva y autobiográfica un personaje fundamental de su infancia, a quien en definitiva homenajea.
En esta película se invierte los protagonismos habituales. Al contrario de lo que ocurre en la mayoría de relatos cinematográficos, Cleo, una humilde empleada doméstica, es la protagonista principal, mientras que los miembros de la familia servida pasan a ser secundarios y en gran medida irrelevantes en su protagonismo. Este cambio de enfoque respecto a lo que es habitual da relevancia a un sujeto social que el cine en general y mas en los últimos tiempos desatiende, lo que se hace fundamentalmente por un prejuicio clasista e interesado.
También incorpora la película una mirada a ese barrio “Roma” y su entramado urbano y popular que nos parece muy atractivo. La película que en gran medida transcurre dentro de la casa familiar aprovecha las salidas de los protagonistas a la calle para describir una diversidad de personajes populares (un afilador, una banda de música callejera, vendedores ambulantes, etc.), y una ciudad bulliciosa, con imágenes y planos muy atractivos, divertidos, y sugerentes para el espectador. La recreación de los años 70 está muy bien conseguida y rodada con gran perfección técnica. No solamente ese barrio sino otros suburbiales adonde se dirige la protagonista están descritos de forma realista, con autenticidad, sin obviar la descripción de la marginación y la pobreza.
Cleo no es una simple sirvienta. Trabaja en la limpieza y las tareas de una casa grande y en el cuidado de una amplia familia. Trabajo intenso y permanente que realiza con un grado de humildad, entrega y aceptación sorprendentes. No solo trabaja sino que se vincula emocionalmente con los miembros de la familia, que en cierta forma es su propia familia, desarrollando un perfil de gran bondad y generosidad. Su entrega hace que vaya ganando el alma de todos y su fortaleza que se convierta en el alma de la casa en quien se refugian sus miembros en los avatares de la vida.
Los acontecimiento en la vida de Cleo, que ocurren fuera de la vivienda, y que se van describiendo alternando con su vida en el interior de la vivienda, dan una inusitada carga dramática a la película. Así ocurre con la descripción de su relación con un joven indígena de quien queda preñada y que la fuerza a un embarazo no deseado y a un penoso aborto. Al contrario del personaje de Cleo, este joven es el paradigma de la desafección, el ultraje y la violencia machista, con un añadido de criminalidad política y social.
Y en torno a estos acontecimientos se desarrollan las escena mas logradas de la película por su enorme emotividad, que son las secuencias de las manifestaciones de estudiantes en la ciudad y la brutal represión de la policía, incluyendo la actuación de elementos parapoliciales, así como la descripción de las circunstancias del parto de Cleo. Ello sin olvidar la actuación de Cleo en la playa, protegiendo y salvando a los niños.
La película podría tener el sentido de hacer un homenaje a este personaje extraordinario de la infancia del director. También se adivina una intención de redimir las culpas familiares reflejadas en un cierto desapego, distanciamiento y maltrato hacia una persona de la servidumbre, como en la película queda reflejado.
Fuera de este interés, los restantes aspectos de la película son confusos o ambiguos. Un aspecto es como se definen las relaciones de clases. Si bien queda claro el de la familia de clase media burguesa con la protagonista, parece que Cuarón quisiera compensar su mirada afectiva hacia Cleo contraponiéndola con la que dirige al otro personaje indígena masculino. Este personaje está descrito, pienso que intencionadamente, como un individuo absolutamente maligno (agresivo y extrema violencia machista). Participa en entrenamientos colectivos de paramilitares y finalmente es uno de los paramilitares fascistas que participa y mata en la represión de los estudiantes. Si el interés es dejar constancia de que la sociedad mexicana está asolada por comportamientos machistas y criminales, la elección de este personaje mestizo parece intencionada.
La familia del hogar de Cleo está en crisis porque el marido ha empezado una relación con otra mujer, finge, lo oculta y finalmente desaparece de casa. Todo lo cual genera una desestabilización afectiva a los que se quedan en casa. El caso se describe desde dentro y la mujer e hijos aparecen como víctimas. Hay desequilibrio en la relación, sin que se expliquen las causas. El comportamiento del marido se describe implícitamente como infiel, mentiroso, irresponsable y en último extremo como machista. Parece que de nuevo se busca concurrir en un tópico y temática actual.
Así que la película se puede catalogar como feminista, aunque el buenismo de los personajes femeninos, incluyendo al personaje abuela, no objetable, se contrapone con la felonía de los personajes masculinos.
Y es una película donde se contrapone el buenismo de la clase burguesa blanca (acomodada, profesiones liberales, intelectuales) con la clase de los indígenas marginales, violentos y potencialmente delincuentes.
La escena de la represión y matanza de estudiantes, fílmicamente magnífica, está absolutamente fuera de contexto, salvo que se entienda como contexto ubicar a Cleo como espectadora desde unos almacenes de una aterradora represión, y como observadora del crimen que comete su novio, el paramilitar, hasta el punto de producirle por terror la rotura de aguas. Si se permite la analogía, Cuarón rompe aguas con esta escena. Y el parto es una pasada, quizá también como el parto de esta película.
Pues, en definitiva, se echa en falta un poco de transcendencia, mensaje, contenido esencial, para que la película no se quede en la crónica nostálgica de una magnifica criada indígena, con escenas espectaculares fuera de contexto, al estilo “Gravity” .