La Gata Negra

Proyectada recientemente en La Otra mientras sejugaba la final de la Copa de Europa: «La Gata Negra» (1962) de Edward Dmytrick, con Lauren  Harvey, Anne Baxter, Jane Fonda, Bárbara Stanwyck, Capucine: Un buen empleo del ByN y una dirección correcta. Ese Dmytrick fue uno de los «10 de Hollywood» cuando el macartismo. Pero después de 6 meses de cárcel solicitó declarar de nuevo y denunció “a todo quisque”. Esto le abrió de nuevo las puertas de la industria. Más importante es saber que «La gata negra» es en realidad «Paseo por el lado salvaje» (título original), basado en la novela de Nelson Algreen (de quien poco antes ya Preminger había adaptado su novela «El hombre del brazo de oro»). Este Algreen es un buen escritor, de izquierdas, que fue muy hostigado por el FBI. Injustamente se le conoce más por ser el amor americano de Simone de Beauvoir. En su novela «Los mandarines» ella cuenta su relación. Fueron amantes durante casi 20 años y póstumamente se publicó un libro con sus cartas. El título de la novela, «Walk on the Wild side», lo utilizó 15 años después el cantante punk Lou Reed para una de sus más célebres canciones.

En La gata negra, Jane Fonda se convirtió en star y Barbara Stanwick hacía de lesbiana (lo que produjo un escándalo en 1962) y lo era de verdad.
Atención a los títulos de crédito del fabuloso Saul Bass.

MG

Dejar de ver la final de la Copa de Europa requería una atractiva película que yo estimé que podría ser “la Gata Negra”, y así fue, mucha mas atractiva que la soporífera y desquiciante final de futbol. 

Llama la atención en esta película la llegada desde Texas a Luisana, en plan road movie, de dos personajes: Dove,  un tipo serio, casi predicador interpretado por Laurence Harvey, y una atractiva joven menor de edad, libre y desvergonzada, que interpreta Jane Fonda, en la que fue su segunda película. 

La película sigue en tono muy atractivo cuando introduce otra protagonista, nada menos que Anne Baxter quien los acoge, compitiendo ambas mujeres por el atractivo Laurence, ilustrando casi la pelea de gatas de la introducción de la película. 

Pero la introducción de los elementos melodramáticos adicionales enfría el tono anterior. El joven descubre que su interés es localizar a Hallie, antiguo amor de quien está fielmente enamorado.

Hallie es la principal atracción en un burdel de Nueva Orleans. No sólo llama la atención de los clientes, sino también la de su madama, Jo, interpretada nada menos que por Barbara Stanwyck. Su vida se ve alterada por la llegada de Dove, quien tratará de convencer a Hallie para que deje esta miserable vida y vuelva con él, pero esto no gustará nada a Jo, que mantiene una relación claramente lésbica con Hallie, al parece descrita con mayor suavidad que en la novela original de Nelson Algren, lo que supuso todo un escándalo en la puritana sociedad americana de 1962.

Hallie está interpretada por Capucine, personaje bello, triste y frio, de mucho menos interés que el interpretado Jane Fonda o el de Anne Baxter.

Por destacar lo mejor con lo que me quedo destacaría los títulos de crédito iniciales y su pelea de gatos, y  el esplendor sexi y juvenil de Jane Fonda y la descripción de la Nueva Orleans de los años 30.

JS

Un chascarrillo de La Gata. En efecto, Jane Fonda era casi una principiante y estaba aquí por aquello de que Barbara Stanwick, de joven, había sido amante de Henry Fonda y mantenían buena relación. Todo lo contrario a Bogart que se llevaba fatal con Holden (por cierto, eterno enamorado de Capucine).

 

AC

Crítica muy ponderada la de MG. Me gustó esa primera parte de carretera que cuenta y el uso (muy característico de las películas americanas de la primera mitad de los 60) del ByN. Respecto a la etapa centrada en la casa de lenocinio me  encontré con una especie de impertérrito ectoplasma femenino que resultó ser la tal Capucine haciendo de la supuesta novia inmortal de Laurence Harvey. Pero Anne Baxter haciendo de maternal tejana morena y Jane Fonda de cabeza loca-en el fondo-de buen corazón alegran la vista.. Yo creo que a Algreen no le debió gustar nada la Hallie de la película, por la que nadie puede comprender que el cowboy L. Harvey ande tan fou d’amour («es mi religión», me parece que llega a decir).