Neorrealismo italiano. Visconti

(Por A. Cirerol)

EL PRIMER VISCONTI. Luchino Visconti (1906-1976), descendiente de una de las más antiguas familias aristocráticas de Lombardía, fue director de teatro, de ópera y uno de los más importantes directores cinematográficos italianos. Fue quien con más rigor aplicó la estética marxista al cine. Su primera película, «OBSESIÓN» fue tambien la primera película neorrealista italiana, rodada en 1942, en pleno fascismo, cuando Rossellini o De Sica aún realizaban filmes de propaganda fascista. «OBSESIÓN» está basada libremente en la novela negra de James Caín «El cartero siempre llama dos veces», trasplantado a un ambiente proletario. El filme fue secuestrado y luego censurado por las autoridades. Los protagonistas principales: Clara Calamai y Massimo Girotti.

 

«BELLÍSIMA», su siguiente película, es la tragicomedia de una madre empeñada en conseguir que su hija sea admitida en Cinecittà como actriz infantil. Una Anna Magnani superlativa.

En 1953 rueda «SENSO», su primera película en color, uno de los más bellos filmes italianos, a modo de gran cine-ópera, de suntuosos decorados y un elaborado estudio de la fotografía. Un drama pasional en medio de la lucha del pueblo italiano por liberarse de los invasores austriacos. Retrato coral de una aristocracia corrompida y decadente. La protagonista (Alida Valli), una condesa próxima a los patriotas sublevadosn, se enamora de un oficial austriaco desertor (Farley Granger), que acabará engañándola.

«El verdadero realismo no consiste en la imitación detallada de lo cotidiano, sino en afirmar una importante verdad en el campo moral, psicológico, social o histórico». Esto es el cine de Visconti.

(Añadido de «LA TIERRA TIEMBLA», que se ha perdido por el camino. Fue realizada en 1948 en Sicilia, en parte financiada por el PCI. Rodada con actores no profesionales, que hablan en dialecto siciliano, muestra las duras condiciones de vida de los trabajadores del mar. Era un proyecto concebido en tres partes: el mar, la agricultura, la mina, de la que sólo se pudo llevar a cabo la primera. Para el crítico Guido Aristarco es la mejor película del Neorrealismo italiano.