Wonder Wheel. La Noria de Woody

Wonder Wheel

(Crítica por Miguel García López)

Sorprende la primera escena de esta película al ver esa playa (Cone Island), enorme escenario repleto de figurantes en bañador a la moda de los años 50. Igual que sorprende se percibe algo falso y poco natural.

Si duda la secuencia pretende ser una grandiosa introducción a la trama que va a ocurrir en el recinto ferial de luces, carruseles.

Cone Island es el lugar donde transcurre la película ambientada en los años cuarenta. En esa época era un lugar de diversión de los neoyorkinos, con su emblemática noria y atracciones feriales. Tras el final de la segunda guerra mundial empezó a transformarse en un área deprimida, foco de criminalidad.

Woody Allen confiesa que la elección de este lugar para el rodaje se debe a que ha mantenido un recuerdo grato de este escenario por él conocido desde su infancia, lugar con connotaciones mágicas y fauna humana alucinante donde cualquier cosa asombrosa puede ocurrir. Los críticos añaden que es el mejor escenario para describir la degradación física y moral del ser humano, tema de la película.

Según Woody Allen, la gran noria, Wonder Wheel, tiene un significado metafórico: Los personajes están encerrados en un bucle de comportamiento, que se repite indefinidamente, siendo víctimas de su temperamento y dependencia mutua. Para algún crítico, que se hace eco del pensamiento de Woody Allen, significa el persistente retorno al fondo del sufrimiento humano aunque tengas la sensación de elevarte temporalmente en la complacencia o dicha amorosa.

Los carruseles feriales han sido empleados como medio ambiente de degradación de muchas películas. Por ejemplo, en película “El Golpe” de Roy Hill un carrusel de feria es refugio de tramposos; en la película “El tercer Hombre” de Carol Reed aparece la emblemática gran noria de Viena del Prater desde donde el inmoral protagonista contempla la degradación de el principio de la guerra fría.

Woody Allen necesitaba una gran noria como símbolo de su historia. En mi opinión el escenario es caprichoso e innecesario para contar esta historia de infortunio o de degradación. Entiendo que solo la justifica la nostalgia extravagante del director.

Según Woody Allen la película Wonder Wheel mezcla amor y traición, ingredientes de toda tragedia. Las relaciones amorosa son siempre fuente de conflictos y sufrimiento. Solo cabe esperar la decepción. La mujer, mas que el hombre es el mejor exponente de tales sufrimientos. Aunque él ha rodado normalmente comedias cuando aborda un drama lo hace en torno a mujeres en situaciones críticas.

En esta ocasión las protagonistas femeninas plantean sus fuertes sentimientos y conflictos en un tono desmesurado, la interpretación se deforma hasta llegar al esperpento.

Veamos como son los personajes:

El personaje de Ginny, interpretado por Kate Winslet, es el de una mujer madura, actriz fracasada en su miserable existencia que evoca un pasado que no volverá y que termina viviendo con un feriante en Cone Island. Mujer con una fuerte carga neurótica, personalidad compleja, perturbada afectivamente, en sus relaciones tanto con su marido como con su hijo. Nos parece un prototipo extravagante y poco atractivo. Personaje dramático muy alejado de otros mas notables que parecen inspirarle como el de Vivien Leigh en “Un tranvía llamado deseo” o el suave dramatismo de Cate Blanchett en la película también de Woodie “Blue Jasmine”.

Humpty, marido de Ginny, interpretado por James Belushi, es un personaje también excéntricamente teatral: simplón, bruto, agresivo, ex alcohólico desesperado, que amenaza a Ginny en caer de nuevo en el alcoholismo y en su previsible violencia. Rechaza compulsivamente a su hija que retorna a casa para luego expresarle un afecto excesivo y añoranza de otros tiempos. Ajeno a la traición amorosa que su mujer perpetra, y maldice la presencia y acciones de su hijastro. Se refugia en la pesca con otros pescadores simplones. Su actuación es hiperteatral y arquetípica. Puro patetismo.

El hijo de Ginny es un chaval neurótico, pirómano y tocapelotas, totalmente prescindible en la película, salvo que se pretenda que actúe como elemento que aumente el histerismo de la madre y el impulso homicida del padrastro. Además es un incendiario impune sobre el que no cae castigo alguno. Es de lo menos creíble de la película que ni siquiera aporta comicidad. Quizá es el reflejo de un Woody Allen niño que reprimía sus impulsos incendiarios y que aquí los materializa fílmicamente.

El personaje de Mickey – interpretado por Justin Timberlake, el reconocidísimo y premiado cantante y actor, productor, etc. – actúa como socorrista de una de la playas de Cone Island y al mismo tiempo como narrador de la historia. Es como cabía esperar el alter ego de Woody Allen cuyo perfil es el de un joven y atractivo escritor, aspirante a dramaturgo, que sueña con escribir grandes obras, y que vive en Greenwich Village, bastión cultural de Nueva York. En la película atrae y seduce a las chicas con un discurso petulante, rechazando a la mayor con quien ha tenido frecuentes encuentros amorosos cuando encuentra a la atractiva joven de la que parece enamorarse esta vez mas en serio. Luego se cabrea mucho cuando no puede impedir que maten a la joven por el silencio culpable de la mayor. Es el personaje necesario para instrumentar el amor y la pasión efímera.

Woody Allen dice de Timberlake que evoca las grandes estrella de la edad de oro de Hollywood, que si hubiera estado entonces que hubiera sido igual que un Bogart o un Gable, que su rostro ilumina la pantalla. Pues no lo percibimos así, ni mucho menos. Nos parece un personaje un tanto plano y poco atractivo y en esta película deja la impresión de ser un fatuo inmaduro aunque el guión no lo pretenda.

El papel de Carolina, interpretado por la actriz Juno Temple, es el de una mujer muy joven, casada impulsivamente con un peligroso mafioso, que huye de este, y en consecuencia, busca un sitio donde esconderse de la ira criminal del mafioso, quien manda inmediatamente dos matones para que la maten. El sitio que elige resulta ser donde su padre, el feriante Humpty. No parece que la peripecia le de a Carolina mas seso, que actúa como estridente causa de mayores desavenencias conyugales de Ginny y Humpty, y como factor de ruptura de los amores de Mickey y Ginny. Al final irremediablemente es enterrada en hormigón, como corresponde a la altura dramática que está planteando Woody.

Juno Temple es la figura bonita, sexy y atractiva que necesitaba la película. Transmite, emociona y es creíble. Su aparición en escena, por la calle principal de Cone Island es de lo mejor en la película.

Los dos matones mafiosos, Tony Sirico y Steve Schirripa, actores de la serie de los Soprano, muy bien, encantados de participar en una película de Woody Allen.

Y queda hablar de los que realmente merece la pena de la película, que es el trabajo de Storaro, la reconstrucción histórica y efectos especiales.

Igual que en la película de “Café Society” Storaro emplea paletas de colores para diferenciar Nueva York de Hollywood, en Wonder Weel, emplea dos registros cromáticos distintos para cada una de las protagonistas femeninas. Está claro que utiliza el color para acercarse al perfil psicológico de los personajes. Usa los tonos cálidos asociados al personaje de Ginny, y la gama de azules fríos para identificar a Carolina, gamas de tonos que afectan también a los personajes con los que se relacionan y que varían dependiendo de lugares y circunstancias.

El apartamento construido en estudio de Long Island refleja de forma veraz una oficinas en el corazón del parque de atracciones, lleno de ventanas, donde no se puede escapar a la profusión de ruidos y luces de neon del parque. Es un espacio que quiere evocar unas antiguas oficinas del parque transformadas en alojamiento de empleados.

El resto de la película en su conjunto ha sido rodado en escenarios reales de Cone Island y otros lugares de Nueva York, Se han documentado ampliamente los escenarios y se han rebuscado lugares y se han ambientado para conseguir una impresión de autenticidad. Se han construido escaparates delante de tiendas para conseguir realismo.

La reconstrucción de la playa abarrotada de Cone Island en los años 50 se ha efectuado integrando imágenes de forma digital. Se han obtenido con efectos visuales especiales el paseo de detrás de la playa, los edificios, las tiendas, las taquillas y las atracciones emblemáticas del parque. También mediante efectos visuales especiales, se han adaptado las tomas a la luminosidad sutil planteada por Storaro.

Hay, por otra parte varios planos secuencia, considerablemente mas largos que en otras películas de Woody Allen.

El balance de la película es negativo y persiste a lo largo de la película sin que sea posible eliminar el efecto de desagrado que experimentas a lo largo de su visionado.