Macht Point

Trasnochamos para ver Macht Point y fuimos a la cama con el ensueño de la peli y de Scarlett Johansson. También con cierto sabor agridulce. Esta vez W. Allen se complace en describir, como hacía en sus películas de NY, una sociedad todopoderosa, adinerada, pija, indolente y caprichosa. Donde los advenedizos de clase baja solo entran poniendo en juego su belleza, por el capricho de los ricachos o por ambición desmedida y sin escrúpulos. En el juego si hace falta se deviene en criminal y eres eliminado o destruido.
Juego sucio el descrito por W. Allen que apuesta por los poderosos, personajes normales y hasta inocentes y demoniza a los de clase baja si pretenden su ascenso social. La anécdota del azar que en el limite puede salvarte no significa nada. Es un simple juego para dejar en este caso un crimen impune y salvar al protagonista.
Salvamos en esta película el magnífico despliegue, lleno de sensualidad y belleza de la preciosa Scarlett, baza importante de Allen para potenciar el valor comercial de la película.